jueves

Ante la ola...

De calor
Un búcaro es lo mejor
Por que yo no soy tonta...




6 comentarios:

  1. ¡Y qué rica y fresquita sabía el agua!

    El botijo es uno de mis iconos prácticos favoritos relacionados con ingerir ciertas bebidas, aunque uno ya no lo use. Los otros dos son: al porrón y la bota. La cerveza o el clarete fresquitos tomados a porrón no tenía precio. De la bota, ¿qué decir sino que además andabas el camino o la tarea con ella?

    NB. Qué curioso. El término búcaro se aplica al botijo en ciertas zonas de Andalucía, pero no de la Meseta para arriba. Qué riqueza de léxico la de esta España donde lo que sobran son los cortes de mangas, los dedos para arriba y los vocablos inimaginativos y repetidos.

    ResponderEliminar
  2. ¡ Y qué rica y fresquita sabe !!!

    ¿Como es posible que pueda faltar en una casa un hermoso y fresco búcaro o botijo?

    En casa tengo el porrón que usaba mi padre desde que lo descubrió. Soy una experta, no se me cae ni una gota y lo alargo hasta donde me llega estirado el brazo ( 3 metros + -)

    La bota que tengo es la marca 3JOTAS de la rioja.
    Elemento indispensable con una lata de sardinillas y pan tierno para salir al monte.

    Tienes razón sobre el léxico. Hay una pequeña diferencia. En el Sur, son blancos y pasando Despeñaperros hacia arriba, suelen ser de color y algo más pequeños. Creo, no lo puedo decir con total seguridad.

    Un abrazo y muchas gracias

    ResponderEliminar
  3. Cuando yo era pequeño en mi casa (provincia de Jaén) había siempre un botijo. Bueno, en realidad dos: de verano y de invierno. Los de verano eran de barro o arcilla cocidos sin más, y los de invierno estaban además pintados y barnizados. En ambos casos para mantener la temperatura del agua. Mi abuela les cosía una especie de tapa de lana que se ponía en la boca del botijo (o sea, el agujero de llenarlos -no confundir con el pitorro, que es el de beber-) para que no se metieran insectos en el agua. Hay un dicho: algo "es más simple que el mecanismo de un botijo". En verdad es un invento simplísimo pero muy ingenioso para mantener la temperatura del agua. El que ya casi nadie use botijo es debido a que se tiene agua fría (a veces demasiado fría) en el frigorífico. Pero con tanta modernidad nos perdemos el encanto de beber el agua fresquita (con el fresquito justo) y a caño del botijo.

    ResponderEliminar
  4. Pues me has dado una idea, saiz. En la boca, le pongo un papel de plata, le haré una funda de tela.

    Voy a ver si localizo uno de invierno, cuando vaya al Sur.

    Da pena que algo tan simple y estupendo, no se use o se use muy poco.

    Un beso

    ResponderEliminar
  5. Jo, qué recuerdos, cómo bien dices es una pena que se vayan perdiendo este tipo de cosas.

    Recuerdo ahora mismo como si lo tuviese delante el de casa de mi abuela.

    Besos

    ResponderEliminar
  6. Ay, ay ¿Voy a ser la única que tiene uno y sigue tomando el agua fresquita?
    Me alegra que pases por aquí. No sé que ha pasado con las chicas que leían de vez en cuando?

    Besitos

    ResponderEliminar

Archivo del blog