jueves

Llevo en mí la primavera...






 



He cambiado la muñeca de la entrada.

 Me he cansado del solete  o Carita de Limón como me llamaba el jefe del submarino.

 ¿Donde andarás capitán?

 No encontraba la adecuada que me definiera bien. Así me veo monísima. Me veo muy bien así.

Por motivos personales soy la primavera andante. Por motivos personales llevo en mí la primavera.











 

lunes

Trece años. La vida...

 
Hacia un par de años que no la veía. Aunque pregunté por ella, nadie me daba razón.

La encontré en la cafetería cercana donde íbamos a comer. Nos tomamos un vermut  a la espera del resto del personal.

Cogió una servilleta y limpió la mesa entera. Cogió otra y limpió su vaso por fuera. Luego el mío; luego, por debajo, el plato que contenía aceitunas y con otra servilleta volvió a limpiar la mesa y no me limpió a mí porque no la dejé

Venga, Gloria. No seas tan pesadita y deja ya ¿Qué haces limpiando tanto?

Ay, perdona. Menos mal que me lo has dicho. No me doy cuenta. Son secuelas.

¿Secuelas de qué? Eso es una manía. No te recordaba así.

Secuelas del atentado

¿De qué atentado?

Del de Atocha

Todo se vino de pronto. Martita y Nuri, dos amigas muy queridas y hermanas entre sí que allí perdieron la vida.

“Javi me dejó en el tren para no llevar dos coches. Era nuestro aniversario y queríamos celebrar el nuevo embarazo. El niño quedó con mis padres. Javi me recogería a la salida del trabajo.

No recuerdo muchas cosas. Está todo muy mezclado en mi cabeza. Recuerdo que vi a una niña que me miraba con los ojos muy abiertos. Tenía la cara muy sucia. La limpié, me quité el chaquetón y la tapé.

Subí por las escaleras y bajaban un montón de policías, bomberos y gente que gritaba mucho.

 ¡Fuera de la estación! Me gritó un policía. Me fui  hacía el Retiro. Tenía frío. Recuerdo que me senté. No recuerdo nada más de ese momento. Ni como llegué a casa. Sabes que vivo en un pueblo.

¿En un taxi?

Puede ser, aunque no está muy claro. Se intentó localizar a través de las empresas y no hubo resultados.

 La casa estaba muy sucia, estaba todo asqueroso. Manchas rojas en el suelo, en la encimera, las ventanas. También estaba la niña que vi en el tren. La lavé y la metí en la camita del niño. Luego limpié la casa, me duche y me  tendí en el sofá. Puse la tele y hablaban de un atentado en Atocha. Todos estaban mintiendo porque yo estaba allí. No había ocurrido nada.

 Me molestaba el ruido. Me dolían los oídos. Mi teléfono sonaba y lo apagué. También apagué la tele y creo que me dormí.

¡Está aquí, está aquí! Me despertaron los gritos de Javi.  Me abrazaba como un loco y me asusté. Luego entró un amigo policía y me escondí. ¡No gritéis, vais a asustarla!

¿A quién? Preguntó uno de ellos

A la niña que duerme en la habitación de Nico

No había niña en la habitación de Nico…

Tiempo después me contaron que estuvieron todo el día de hospital en hospital…

Mi marido había vuelto, de madrugada,  a buscar fotografías donde se me viera bien.  Nunca pudo imaginar que había salido ilesa. Ni que me había ido a casa y mucho menos que no recordara nada y estuviera tan tranquila acostada en el sofá. No entendí de lo que hablaba"

 Ahora ¿Cómo te encuentras?, pregunté emocionada

"No estoy bien. Duele a veces estar viva. Nico dice que doy miedo, porque siempre estoy limpiando. Ni quería que fuese al cole a recogerle. El pobre tenía razón.  Limpiaba a todos y todo, mientras estaba esperando. Había días que le bañaba tres veces. ¿Podía, un niño tan pequeño entender lo sucedido a su mami, si estaba bien, no tenía ninguna herida y no me faltaba nada?

 Me levanto por las noches y limpio toda la casa. Otras veces oigo llorar a la niña y me asusto. Salgo corriendo a buscarla a la habitación del niño. Si hay gritos, siempre me escondo. Otras noches, la cocina tiene manchas en el suelo y las tengo que limpiar. Era la sangre que vi ese día, la mía, la del embarazo nuevo y que perdí allí mismo, en el sofá. Puede que Javi me deje, de aquella Gloria que fui no queda nada de nada. Tanta lucha cansa. Tiene derecho a otra vida, la mía, de momento, no le sirve para nada. Voy mejor, aunque lo de la limpieza no lo he superado aún"

Gloria está mucho mejor y embarazada de nuevo. Tres veces ha intentado subir al tren y no ha podido. Sigue sin recordar lo sucedido aquel día.

 Se sonríe cuando nos cuenta de Nico:  Mamá, al niño nuevo no vas a bañarle tanto ¿Verdad?

 

La vida…

miércoles

Si es que no tengo remedio...

- ¿ Puedes mirar hacia abajo?

- Sí, pero no me da la gana

- ¿Tienes vértigo?

- No, lo que tengo es mucho, mucho miedo

- ¿ No tenías tantas ganas del Caminito del Rey? ¿ No nos has liado a todos y no has hecho venir?

- Calla, calla. Estoy  a punto de decir mil palabras malsonantes. Lo sé, no me lo digáis más.

 Es muy largo, muy estrecho. Está muy alto y da miedo. Bueno, a mi me da miedo.

- Luna, calla y camina que estás parando la marcha

- Vale, pero por favor os pido que no me hagáis mucho caso cuando diga que quiero ir a algún sitio que no sea comer algo en un algún lugar tranquilo.


 

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