jueves

Día 31...

 

Es el mejor deseo que tengo para todos, y sueño que pueda ser así...


Besos, besos




viernes

miércoles

Amigo mío...



Te marchaste del pueblo pequeño de la sierra, cuando murió Pepín. Su ausencia fue muy dura. Desde entonces vivías en Valsaín. El pueblo al que ibas de pequeño y donde te creció el alma aventurera.

Ayer cerré los ojos y me vino a la mente las cientos de comidas y cenas con largas sobremesa al calor de la chimenea.

No todo te gustaba de mí. No todo me gustaba de ti.


Adiós querido amigo, adiós.



 

domingo

El tiempo no pasa en balde...

 

Con el paso del tiempo, aquella aurora tan bella qué mirábamos los dos, se perdió en la lejanía...

El relato...





Me gusta relatar y he perdido el camino

No se trataba de hacerlo bien o mal, resultaba divertido

Una hoja en blanco me atraía mucho y ahora es una desolación total

¿ Qué puedo hacer?







lunes

La Naturaleza...

 
La Naturaleza
 
 
 
nos manda a hacer puñetas cuando le da la gana
 
Ella no necesita al ser humano para mostrarse en todo su esplendor y belleza...
 
 
 

viernes

Las zapatillas fucsia...


Ayer, después de tres meses he visto, a mi hija mayor.
Está preciosa. No ha parado de hablar, ni de contarnos cosas.
Hace menos de una semana que se enteró que podría haber venido a casa, por su incapacidad o discapacidad.
Hija...
Sí, mamá. Lo soy, no pasa nada...Estoy viviendo la vida que me gusta y me siento feliz. Me gustaba el trabajo, el ritmo que llevaba. Todo cambió y he ido aprendiendo. La vida me ha dado la oportunidad de vivir. Salvo en la memoria, que a veces no recuerdo las cosas, todo es perfecto.

* Recuerdo cuando nos dijeron:

Debéis traer unas zapatillas - botas, de esas de deportes, con la puntera dura
Veía a mi hija en la nave espacial y no entendía para qué narices querían las deportivas.
Es para mantenerles los pies derechos y no tenga dificultades, más adelante, para poder andar.

A Lo, no le gusta el color fucsia. Sus hermanas decidieron que nada de color blanco, negro o azul, que era, al parecer, la costumbre, de  color  fucsia serían las zapatillas. Así, si abría un ojo y las veía, se levantaría de golpe y nos miraría.

Cuando se lo contamos, nos dijo con su risa cantarina:
No me mató el aneurisma, pero si llego a ver en mis pies las zapatillas fucsia, me muero del infarto.






lunes

Aquí estamos...



Haciendo lo que podemos con nuestra humana debilidad.




miércoles

Volver...



Y

Volver

Volver

Volver

A tus brazos otra vez...

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