sábado

Remanso...

 
 
 
 
aladas y ligeras, deslizan la voz
 
 
 
entre los dedos...

miércoles

Rat...

  



  Orquídea en el gentío.
                                                                                                Gonzalo Rojas


Bonito el color del pelo de esta señorita, bonito el olor
a abeja de su zumbido, bonita la calle,
bonitos los pies de lujo bajo los dos
zapatos áureos, bonito el maquillaje
de las pestañas a las uñas, lo fluvial
de sus arterias espléndidas, bonita la physis
y la metaphysis de la ondulación, bonito el metro
setenta de la armazón, bonito el pacto
entre hueso y piel, bonito el volumen
de la madre que la urdió flexible y la
durmió esos nueve meses, bonito el ocio
animal que anda en ella


Así percibo a Rat a través de su blog...


lunes

Mi amigo César




Pasear con César es, un placer inmenso.
A sus ochenta años, mantiene, una gran lucidez y una figura enjuta.
Es labrador.
Hace surcos desde los nueve años como le enseñó su padre y a su padre, su padre.
Sus manos y la azada son, las únicas herramientas.
Mira hacia arriba y sabe si habrá lluvia, nieve, viento o  cualquier elemento de la naturaleza, desconocido para mí.
El sábado me llevó a su tierra recién plantada de patatas.
Hablamos sobre todo y salió la corrupción. De unos tener tanto y otros tan pocos. Me gusta saber su opinión.
Me ofrece un cigarrillo, se queda pensativo mirando una pequeña nube y se sonríe.
 Me mira. Suelta el humo del cigarro y vuelve a mirarme. Sé que me va decir algo y sonrío
-Tendrás que oír  la opinión de un viejo sobre el asunto.

Mira, hija. Hay tres formas diferentes de expresarse y de vivir.
Con la cabeza, con el corazón y con los intereses.
Actualmente parece que solo se expresa con los intereses. Es más, quien más tiene.
Eso no es nuevo, ha pasado siempre. Ahora está la prensa y la televisión y la gente se enfada. Nada cambia cuando se trata de enriquecerse. Desde mi edad, las cosas se ven diferente. La gente necesita amasar poder y dinero para sentir y eso va carcomiendo. ¿Cuánto dinero necesita un hombre para vivir ? A veces, el esfuerzo por conseguir demasiado, no nos deja llegar a viejos. El corazón sufre y nos mata antes de tiempo.
De pronto,  mi cabeza vuelve a un cuento de Tolstoi que leí hace mucho, mucho tiempo.
¿Cuánta tierra necesita un hombre?
-    César, has leído algo de Tolstoi
-     Sí, Guerra y paz y “la” Ana “Karenika”. Se los quité al cura de la sacristía. Los tenía en un cajón escondido y me los llevé. ¿Por qué?
-     Hay un cuento que dice, más o menos, lo que acabas de decir. Te lo voy a traer.
-      Seguro que lo escribió cuando era viejo. Yo he llegado, de momento, a la edad de mi padre y de mi abuelo ¿Sabes que me decía cuando era pequeño?
-     Quién ¿Tu padre o tu abuelo?
-     Mi abuelo me lo decía a mí. Mi padre a sus nietos y yo a los míos.
-    ¿Qué te decía?
- El que quiera saber de la vida, que se compre un viejo.

domingo

Duelos y quebrantos...

 Después de tantos días de fiestas y "jartarnos" de los dulces de las fiestas...




sábado

La paz...




Sea con vosotros, como conmigo en el pueblo, en un día de sol y ahora lloviendo.




Si alguno de vosotros quiere venir al pueblo, no hay que llamar. La puerta, de la casa, nunca se cierra










Me olvidaba. Quedan torrijas....



lunes

Teatro para todos...








El miércoles asistí a un estreno de teatro.
Un musical infantil.
La palabra INTEGRACIÓN no me gusta.  Prefiero la palabra COMPARTIR.
Una obra para niños sordos, ciegos-sordos y niños parlantes. Todos en la misma sala, compartiendo.
Los actores son parlantes que han aprendido, para hacer la obra, el lenguaje de signos. Es una obra  difícil de llevar a cabo.  Los actores siempre deben mirar al público, para que ningún espectador sordo, pierda el ritmo de la obra.
Globos, para SENTIR las vibraciones de la música.
Está en el teatro Arlequín, calle San Bernardo, al lado de Gran Vía.
El precio de la entrada es de 13 euros y parte de la recaudación se destina a un colegio de niños sordos de un lugar en África.
Había olvidado las obras infantiles. Me divertí muchísimo viendo al dragón Manolo, tan grande y tan miedoso.
Respeto a los mayores, a la naturaleza. Un NO a la violencia. Hay comerse todo lo que ponen en el plato, los papás.
Me gustó. 
Me pareció un proyecto magnífico
Los niños sordos y parlantes compartían las risas. Ciego, no vi ninguno.
Quizás es por ahí, por donde haya que empezar la convivencia de unos y de otros. Sin razas, religiones, ni diferencias físicas.


Es luna llena.


viernes

15 de abril...navidades.




         Hoy vuelvo a recordar. Es una fecha muy bonita para mí.  El cumple de madre, si estuviera.


.Mis padres vivían en un lugar muy frío y algunos, la mayoría, vivíamos alejados de ellos.
No les gustaba tenernos por las carreteras en los días navideños.

 Entre  idas y vueltas, no disfrutaban mucho de esos días. Era mayor la preocupación, al gozo de vernos todos juntos.

Un año, cuatro de los hermanos, pasaron la noche del 24 en distintas carreteras, estaciones y aeropuertos  sin posibilidad de comunicación con ellos.

Mi madre cumplía años el 15 de Abril y decidimos crear la propia navidad en esa fecha

¡Alucinante!
.
Belén, árbol; villancicos; zambombas; panderetas; Papá Noel; Magos de Oriente. La navidad completa...

Las fiestas acababan cantando todos junto Dos gardenias, de Machín. Canción que cantaba mi padre a mi madre, cuando se ponía meloso. Ellos bailaban y los demás cantábamos. Un fin de fiesta precioso, os lo aseguro.
 Cuando se fue mi padre, mi madre quiso que se siguiera la tradición creada y cuando se marchó ella, fuimos nosotros los que decidimos seguir con esa fecha sin llantos ni tristeza.
Pensábamos que siempre sería así, incluso que pasaría de una generación a otra

No pudo ser.

La última Navidad en Abril fue, en 2007. En noviembre de ese año se nos truncó la vida. Se nos fue una veinteañera. La lógica cadena de la edad, se rompió. Ya no era posible.

 Dentro de la tristeza de aquel aciago día, hay algo que todos recordamos con cariño.
El niño más  pequeño, tan solo nueve añitos, al ver a  todos juntos  y tan tristes, comentó:
 ¿Cantamos Dos gardenias a Paola a ver si se despierta?

La madre de Paola dijo sí, a ella le gustaría

. Cada uno hicimos lo que pudimos…


* Quiero aclarar que no es una historia triste, aunque pueda parecerlo. Es - para mí- un precioso recuerdo que me hace sonreir.

* Le deseo, para esta noche, amigo mío, la mejor navidad en abril.


.

miércoles

Sorpresa...




Comprendo que, cuando las cosas no me gustan, me quejo.

Da igual si es un restaurante, una tienda; en casa y a los amigos. Si algo no está o no me parece bien, protesto.
Tanto, que me parezco a Nán y a Fack cuando se ponen cascarrabias.

Cuando las cosas salen bien, me gusta dar las gracias. Lo hago en cualquier sitio. No puedo remediarlo.

* Desde que tuve el accidente, en septiembre del 2009, la relación con centros y personas de los ambulatorios y hospitales, ha sido muy fluido.


Hospital, rehabilitación, recuperación...
 Menos el departamento de psicología, creo que he visitado todos.
Cuando todo pasó, me fui al departamento de atención al paciente.
Pedí el documento donde dar las gracias por la atención y el trato recibido durante tanto tiempo.
No existía tal documento. La señora que me atendió, no salía del asombro
-Tenemos el de quejas. Todo el mundo se queja, muy pocos agradecen el esfuerzo – Me dice la persona que atiende-
- ¿Podría escribir a mano? - le pregunto -
¿ De verdad quieres hacerlo? Pregunta ante mi insistencia
- Sí, claro. Durante muchos meses, he recibido un trato exquisito por todo el personal y quiero que se sepa.
- ¿No te importa que te prepare un documento para ello o prefieres escribir a mano?
- Prefiero hacerlo a mano, si no existe el documento pertinente.


Daba las gracias por todo a todo el personal y especificando. Médicos, enfermeras, conserjes, ascensorista; las personas que ayudan a subir a la silla automática. Las que dan las citas. A todos. No quería centrar el tema en unos cuantos. De una forma o de otra, de todos ellos recibí ayuda, en momentos muy duros.


A la semana recibí una carta de la dirección, dándome las gracias por ello.
Me gustó saber que no se había quedado en un papel mojado y que había pasado por todos los departamentos.


La gran sorpresa, me la he llevado hoy, cuando en una revisión rutinaria de las lesiones, me han vuelto a dar las gracias por la carta, en la consulta, una enfermera y un médico a los que no había visto nunca o no les recordaba.
Entiendo que mi nombre y mi apellido son bastante llamativos e incluso a veces, difícil de olvidar. De ahí a que meses después, se acuerden de mi cara, va un abismo.
¿ Cómo podrían saberlo?

Soy bastante curiosa y les pregunto.

La explicación es simple. Consta en el historial.
¿Cómo es posible que algo de ese tipo conste en el historial? – He preguntado sorprendida-

La falta de costumbre – Ha sido su contestación –


Me han dicho que estoy bien y me he venido a casa muy contenta…






viernes

Cambio de ropa...

Se acabaron las nieves y los fríos.

Llega la primavera reventona. Hay que cambiar de ropa. Una se cansa de llevar siempre la misma.

La ropa de invierno, no me deja lucir el  magnífico palmito.
¡Qué lo tengo, qué lo tengo!
Esta ropa que uso, para paliar el frío, agobia un poco y no me deja ver  más allá de mis narices...



Así que he decidido cambiar de vestimenta, aligerarla un poco y ponerme más fresquilla.





Ya florecen la lilas

¡ Hay color !

martes

Gorrión...




Es menuda como un soplo  y tiene el pelo marrón y un aire entre tierno y triste como un gorrión.

Le gusta andar por las ramas, ir de balcón en balcón, sin que nadie le eche mano, como un gorrión.

Nació libre como el viento, no quiere amo ni patrón y se mueve por instinto como un gorrión.

*  viene todos los días mañana y tarde. Hace una hora me ha regalado el posado





viernes

Abril florecía...

Entre los jazmines
y las rosas blancas....
(Machado)




Sentada en el parque
al atardecer
los mirlos cantaban.
Fue una tarde alegre
una  tarde plácida.

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