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Paz y tranquilidad buena combinación para estas Pascuas
ResponderEliminarUn abrazo de puertas abiertas
¿A dónde hay que ir? Buena pinta tienen esas torrijas. Mecachis y yo sin poder comerlas. Pero el pueblo parece bonito. Me acercaré un ratico con la imaginación. Las torrijas, mejor las olvidamos.
ResponderEliminar* Es cierto, Pilar. Durante unos días he cambiado el ruido de Madrid por el de las vacas pastando y la cigüeña dando de comer a sus crías.
ResponderEliminarNo es mal cambio para unos días.
* Franziska, bastante cerca de la capi hay, bellos parajes donde perderse. Perdona que no ponga en nombre.
Besos a las dos.
Casi bucólico, visto así. Seguro que vuelves diferente.
ResponderEliminarSaludos
* José Luis, soy poco bucólica, el pueblo ya, forma parte de mi vida y es un lugar tranquilo como puedes ver.
ResponderEliminarY es cierto, las puertas de las casas no se cierran, puede entrar el que quiera.
Saludos
Quedan todavía torrijas?
ResponderEliminarUn abrazo
Pues no queda ninguna.
ResponderEliminarSi alguna vez vienes a España y dentro de España a Madrid y dentro de Madrid hubiese, la posibilidad de vernos, prometo hacer torrijas.
¿Vale?
ay amiga lejana, te juro que no iría por las torrijas (solamente) sino porque ese lugar tan hermoso, soleado o con lluvia (a mi me gusta mas la lluvia) realmente me llena el alma
ResponderEliminarmi sueño es vivir en un lugar así, con mucha naturaleza, con frutales y ...un gallinero (aunque parezca extraño, sueño con tener un gallinero, si)
ni anillos, ni pieles ni autos, ni dinero
y ese lugar es verdad, da mucha paz, con solo observarlo
un gran abrazo desde Argentina, y gracias siempre por tus alentadoras palabras :)
besos!
claudia
Hola, claudia.
ResponderEliminarEn el pequeño pueblo, nieva y llueve.
Es un lugar encantador, con muy poquita gente.
Lugar de silencios interiores. Me gusta el silencio exterior e interior.
Y no te aliento, simplemente expreso con sinceridad lo que veo.
No tenía ni idea que estabas tan lejos. Para la red, no hay distancias, je.
Un abrazo y sigue así, con ese magnífico blog tan libre y bonito.
La foto del pájarito bajo el banco es maravillosa