El martes veintidós estuvo en el dentista nuevo para una revisión.
El otro le aburría y decidió cambiar.
Le pasaron una hojita donde debía apuntar sus datos.
Al final de la hoja se encontró una casilla de forma rectangular. Cinco centímetros de alto por diez de ancho. En la parte de arriba, a la izquierda - menos mal- treinta letras impresas con la tinta muy roja donde ponía:
Observaciones, se ruega sinceridad.
Pensó en poner que sin conocerle ya le odiaba. La palabra dentista le rechina y le entran convulsiones. Se le nubla la vista y le dan ganas de gritar. No es que ella quiera, es algo que le sucede desde que era pequeña. Hace el ridículo total y no le importa." Antes de abrir mi boca, por favor, anestesia completa. Si no fuera bastante, súmele a la anestesia un chupito de ron para tranquilizarme"
No quiso ser sincera. Demasiado para la primera vez. Ya la iría conociendo...
Y escribió un delicado:
Tengo miedo, bis.
Y lo entregó.
A los cinco minutos asomó la cabeza, con mucha precaución, una señora ¿ Tú eres la del miedo? Sí, soy yo. ¿Se nota mucho? y se empezó a reír.
-Lo que has escrito no es una observación, es la primera vez que veo algo parecido. No sé si con la risa que me ha dado voy a poder seguir con el trabajo
- ¿Me voy entonces y pido cita para otro día?
- Pasa, pasa y ya veremos lo que hacemos con tu miedo...
Pasó temblando
Y temblando estoy yo...
Tengo un miedo que me pone de mal humor o me hace sonreír . Hablo dos horas seguidas y callo otras dos. Duermo de un tirón o no pego ojo. Deseo que llegue el día 29 y que no llegue nunca.
Feliz de dirigir a un grupo de actores e infeliz por haberles dirigido.
¿Qué más puedo decir?
Tengo miedo
Tengo miedo
Tengo miedo...
El otro le aburría y decidió cambiar.
Le pasaron una hojita donde debía apuntar sus datos.
Al final de la hoja se encontró una casilla de forma rectangular. Cinco centímetros de alto por diez de ancho. En la parte de arriba, a la izquierda - menos mal- treinta letras impresas con la tinta muy roja donde ponía:
Observaciones, se ruega sinceridad.
Pensó en poner que sin conocerle ya le odiaba. La palabra dentista le rechina y le entran convulsiones. Se le nubla la vista y le dan ganas de gritar. No es que ella quiera, es algo que le sucede desde que era pequeña. Hace el ridículo total y no le importa." Antes de abrir mi boca, por favor, anestesia completa. Si no fuera bastante, súmele a la anestesia un chupito de ron para tranquilizarme"
No quiso ser sincera. Demasiado para la primera vez. Ya la iría conociendo...
Y escribió un delicado:
Tengo miedo, bis.
Y lo entregó.
A los cinco minutos asomó la cabeza, con mucha precaución, una señora ¿ Tú eres la del miedo? Sí, soy yo. ¿Se nota mucho? y se empezó a reír.
-Lo que has escrito no es una observación, es la primera vez que veo algo parecido. No sé si con la risa que me ha dado voy a poder seguir con el trabajo
- ¿Me voy entonces y pido cita para otro día?
- Pasa, pasa y ya veremos lo que hacemos con tu miedo...
Pasó temblando
Y temblando estoy yo...
Tengo un miedo que me pone de mal humor o me hace sonreír . Hablo dos horas seguidas y callo otras dos. Duermo de un tirón o no pego ojo. Deseo que llegue el día 29 y que no llegue nunca.
Feliz de dirigir a un grupo de actores e infeliz por haberles dirigido.
¿Qué más puedo decir?
Tengo miedo
Tengo miedo
Tengo miedo...
Así estaban mis nervios teatrales, cuando grabé al mirlo
Muy bueno, ja, ja....y tu obra será un éxito seguro, sin lugar a dudas.....mucha suerte.
ResponderEliminarFeliz domingo.
Eso espero. No por mí, sí por ellos. Han trabajado mucho y creo soy muy exigente.
EliminarMuchas gracias, preciosa
Besos
Je, je...
ResponderEliminarYo también temo y super temo a los dentistas, ja, ja. Y tengo un hermano que es dentista y por más que intento superarlo, simplemente no puedo.
Un beso y suerte con la obra.
No puedo con ellos, jaja
EliminarContaré el estreno si salgo viva de allí
Besos
Debo de ser un bicho raro, porque yo no temo a los dentistas, claro que tengo una dentadura que nunca me ha dado problemas, será por eso ¿no?, en cambio lo del miedo escénico ¡ahí me has dao!
ResponderEliminarEspero que el estreno vaya bien, que seguro que sí, porque debes de dirigir la mar de bien :)
Un besazo.
La de la historia no lo puede evitar aunque tenga una estupenda boca también
EliminarIntentar lo intento, ya veremos el resultado, Montse.
Ando escasa de tiempo.
Muchas gracias y muchos besos
Qué miedo tan bonito y tan comprensible. No sé si tan terrible como el de ir al dentista, pero al fin y al cabo, miedo es. Eso si, cuando todo haya pasado, ese miedo dejará paso a otras muchas sensaciones, y esas otras, son las que te hacen crecer. El miedo por el miedo, no.
ResponderEliminarBuen trabajo, en cualquier caso. Si no tuvieras nervios previos, sería cuando habría que preocuparse. Disfruta y vive, y qué suerte los demás, de poder hacerlo junto a ti.
abrazos nerviosos!
Tienes razón, Nunca.
EliminarEse miedo me gusta, pero se pasa mal.
Es la primera vez que se suben a un escenario y les exijo mucho o eso creo.
Lo que escribe nuestro común amigo me enseña a enseñar en muchos casos
Un abrazo
¿Cuando es el estreno? ¿Como que no me he enterado? ¿Se puede ir? Igual ya ha sido... ¡Cuentanos!
ResponderEliminarAmbos miedos son comprensibles. A mi los dentistas ya no me dan canguelo, pero ponerme delante de gente para hablar/actuar/etc me mataria de pura cobardia.
¡Suerte o, mejor dicho, mucha mierda!
(Perdon, pero no me funcionan los acentos del teclado.)
Tengo suerte, ir al dentista es uno de mis visitas favoritas. A veces duermo o casi, tan lejos estoy de mi cuerpo que se relaja completamente. Es una cuestion mental.
ResponderEliminarEso del teatro que te empuja a la escena de manera corporal y que no hay donde huirse, me gusta. Asi es la vida, con desafios. Que sera sin desafios?
Un abrazo
Probando, probando, que es la tercera vez que entro y no aparece mi comentario.
ResponderEliminarPor fin, a la tercera va la vencida: MUCHA MIERDA.
ResponderEliminarTodo va ir bien.
BESOS.
Y bueno...qué pasó?
ResponderEliminarEl día 6 acabo y contaré.
ResponderEliminarDe momento nada han tirado al escenario.
Un abrazo
Estoy seguro de que la obra superara el miedo a ser interpretada en cuanto sepa que tú la interpretas. Para ser sincero, no me importaría ser guión si aceptases el "dificilísimo" encargo de dirigirme.
ResponderEliminarAndo en convencimiento de que todo irá como miel sobre hojuelas.
Un beso.