Así estaba yo pensando en el viaje….
Hoy por la mañana, ha venido el cartero, a dejarme una carta. Certificada, claro.
Se me comunica con toda la atención, que he sido designada, para una mesa electoral.
Me he quedado tiesa, porque para más inri, he sido designada presidenta.
Y me pregunto, un tanto cabreada
Con los cuatro millones que somos en Madrid ¿Me toca repetir y con el mismo cargo?
La última vez, me fui de casa a las siete de la mañana y volví a las cuatro de la madrugada. Eso sí, escoltada por cuatro policías, desde los juzgados de la Plaza de Castilla.
Posteriormente, por el famoso y asqueroso tamayazo, se anularon.
Tenía todo preparado para el voto por correo. Votar- para mí- no es solamente un derecho, es un deber. Así lo prometí la primera vez que deposité mi voto en una urna.
Y como siempre digo cuando me lo preguntan, mi voto es el respeto a todas las personas que fueron detenidas, torturadas e incluso perdieron su vida, para concederme el derecho a votar. El derecho a la libertad que hoy y gracias a ellos, tengo.
La coti, el Africano, Marcel y Moniqué están, bastante cabreados.
El viaje mochilero, habrá que retrasarlo.
Te espera un día largo y es curioso que algo que se hace por sorteo, haya vuelto a buscarte.
ResponderEliminarConsuelate pensando que vas tener tiempo para ver muchos rostros y a poder hablar con mucha gente. Relajate, si puedes. A lo mejor encuentras la compañía de algún o alguna otra componentes de la Mesa con quien sea grato hablar. Yo recuerdo a una Presidenta que se pasó el día llorando (acababa de separarse) y su ex acudió a votar. Terminamos siendo amigas. Un abrazo. Franziska
Son tantas horas, que hay tiempo para todo.
ResponderEliminarGuardo muy buena relación con todos los que estuvieron en la mesa.
Ocurrió algo aquel día.
Tenía en la misma mesa, una vocal y su ex era uno de los interventores. A las diez de la mañana,el ex, nos tenía hasta las narices. Un señor de otra mesa, me dijo que podía quitarle la acreditación y expulsarle del recinto electoral, avisando a la poli. Así lo hice.
Es el único que no me habla, cuando nos vemos.
un abrazo
En esto coincidimos. Aunque solo sea por el esfuerzo que costó conseguirlo, voto siempre. (en una ocasión, cabreado, me abstuve; después. me sentí mal).
ResponderEliminar¡Hola! gracias por la visita, he seguido las miguitas de pan y aquí estoy dejándote un trino alegre en tu ventana.
ResponderEliminarEse día también me toca madrugar, "suplente", espero tener suerte y en media hora estar de regreso en casa.
Me gusta pensar que podemos decidir con nuestro voto, sobre todo en estas elecciones que nos resultan más cercanas, en ciudades pequeñas la persona lleva ventaja al partido.
Volveré a leerte con calma, un saludo afectuoso
He sido presidente (cuando la OTAN, ya hace días) y vocal en otra ocasión, además de suplente en otra. Lástima por el viaje.
ResponderEliminarSaludos
A mí nunca me ha tocado... ni ganas que tengo, aunque me tachen de antidemócrata por esto.
ResponderEliminarYo he estado muchas veces y no me importa repetir. Hay momentos en el día que se hacen largos.Solo una vez me fue muy violento estar en la mesa y se debió a la actitud prepotente y desagradable de los interventores de un partido. Tenemos parecidas convicciones politicas y voto por el mismo motivo. Ademas me sentitía ruín con todas aquellas mujeres que tanto lucharón para que así pudieramos hacerlo.
ResponderEliminarYo si he estado en dos ocasiones, menos mal que fue en distintos barrios.
ResponderEliminarY pienso volver pronto el domingo para votar, nunca he dejado de hacerlo.
Besos.
* Menos mal, Nán, que en algo coincidimos.
ResponderEliminarSe merecen el esfuerzo.
* Alondra, si Franziska dijo que tienes un magnífico blog, tenía que leer y puedo asegurar que es verdad. Gracias a tí y espero que no tengas que actuar de suplente.
* José Luis, ya tiene experiencia. De la Otan, cuatro días, ni unos más.
* Miguel, da igual se te gusta o no. El día que te toque te tocó, aunque supongo que haría una entrada magnífica y divertida en tu blog.
* la de marbella, Si no fuera tan cansado y encima son dobles. Hasta tres recuentos la vez anterior. Vamos, que me dormía delante del juez.
Sin pertenecer a ningún partido y sabiendo que no todos los políticos son iguales, me declaro de izquierdas.
Durante un tiempo corrió por la red una lista de nombres y apellidos de dirigente de hace de cuarenta años y esos mismos apellidos en muchos de los de hoy y la verdad, me entraron escalofríos.
Y sí, tienes razón. Si los hombres sufrieron, las mujeres tenían un valor añadido por ser mujeres para usar cuando le vinieran en gana.
* Isa, creo que hay una generación que comprende algo mejor que otras posteriores.
Me alegran que empiecen a moverse.
Un beso y gracias por pasar y comentar.
Estoy contigo, votar es un derecho que debemos ejercer aunque sólo sea por respeto a los que lo hicieron posible a costa de su esfuerzo e incluso sus vidas.
ResponderEliminarMagnífica reflexión!
Besitos :D
Montse.
ResponderEliminarEn los tiempos que corren de desasosiego y pereza ante TODO, es esa reflexión la que espero empuje -sobre todo- a la gente más joven a votar, a moverse.
Un abrazo
Jajaja
ResponderEliminarEso está muy bien. Ríete, riéte. Tienes asegurada la patada en la espinilla, Pau.
ResponderEliminarUn beso