Miguel Hernández, setenta y cuatro años que segaron su voz.
TRISTES GUERRAS
Tristes guerras
si no es amor la empresa.
Tristes, tristes.
Tristes armas
si no son las palabras.
Tristes, tristes.
Tristes hombres
si no mueren de amores.
Tristes, tristes.
Nos seguimos matando...
Nos seguimos matando de una manera muy triste, loca y cruel.
ResponderEliminarBesitos.
Cada vez entiendo menos esa locura
EliminarUn abrazo
Por los siglos de los siglos....
ResponderEliminarSiEsLo
EliminarGran alegría tengo de ver tu nombre por aquí y sobre todo en tu blog actualizado.
No seas perezosa y sigue que me gusta como escribes
Un gran abrazo
Risueña y natural!
ResponderEliminarGracias Ernesto.
ResponderEliminarLo intento al menos
Saludos virtuales