La vida que murmura. La vida abierta. La vida sonriente y siempre inquieta. La vida que huye volviendo la cabeza, tentadora o quizá, sólo niña traviesa. La vida sin más. La vida ciega que quiere ser vivida sin mayores consecuencias, sin hacer aspavientos, sin históricas histerias, sin dolores trascendentes ni alegrías triunfales, ligera, sólo ligera, sencillamente bella
o lo que así solemos llamar en la tierra.
Gabriel Celaya
Qué poco valor solemos darle a las cosas sencillas, como esa planta que surge a través de la puerta, y es en ellas en donde está la vida, la sencilla de la que hablas.
ResponderEliminarMuchos abrazos, preciosa!!
Montse, he aprendido tanto en poco tiempo que creo que no.
EliminarLe damos, a las cosas sencillas, mucho más valor del que creemos.
Besos
La vida que empuja,
ResponderEliminarla vida que brota,
la vida que pasa,
sin que nos demos cuenta.
Abrazos
¡Qué grande Celaya!
Me encanta tu sol con esa sonrisa de oreja a oreja.
Pues sí, Isa
EliminarLa que empuja, la que brota, la que pasa. Celaya me enamora.
He decidido cambiar de SOL.
Besos
Están brotando las hojas del 'meidoorn' (espino, majuelo) en mi jardín. Después brotarán las flores blancas.
ResponderEliminarUn abrazo
Gio, la primavera en todo su esplendor
ResponderEliminarUn beso