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Me alegro mucho: un abrazo.
ResponderEliminarMe alegro mucho por ti, aunque no puedo evitar sentir un poco de envidia. :o)
ResponderEliminarBesos.
Que bien, me alegro mucho, feliz fin de semana.
ResponderEliminarCongratulaisions, Aquí y ¡a disfrutar!
ResponderEliminarY una naricita ahora que llega el finde, no seria posibol?
ResponderEliminarMe alegro de volver a verla signorina..
Y que le vaya bien
Un piacere
Besossss
Sicilia
Enhorabuena, y a por la siguiente.
ResponderEliminarbesos
Genial, poder expresar ese gozo y ese contento, enhorabuena y que este estado de fuerza para la siguiente ocasión.
ResponderEliminarAbrazos
Pasé a darte un beso. Ser me antojó hacerlo.
ResponderEliminarMuuuaaack !!
Mi enhoabuena!!!
ResponderEliminarLo ves, ya sabía yo que todo iría a las mil maravillas :)
besitos.
Muchas gracias.
ResponderEliminarHacer bailar la vida me gusta y creo lo he logrado con todos, ellas y ellos.
Durante muchos meses nos hemos divertido creando y recreando personajes, dejando a un lado, los problemas diarios y desconectando de ese mundo exterior que tanto nos machaca y nos oprime.
Olvidar el trabajo, los hijos adolescentes, las pesadas y las buenas parejas que por buenas que sean tiene lo suyo la convivencia.
Desconectar para conectar con otro mundo de ilusión y fantasía como es el teatro.
Como no tienen veinte años, se habían olvidado de ligar; de las miradas tiernas, de cantar; de reírse de uno mismo y de aprender que se rían los demás de las tontadas propias.
¿Podéis imaginar a todos en plan solista cantando clavelitos, soy minero o llevo tu nombre tatuado sobre los pliegues de mi piel, mientras los demás no pueden con la risa y se tiran por el suelo sabiendo que cuando le toquen les va a pasar igual? Imaginad de nuevo a un ingeniero aeroespacial, al principio muy serio y muy formal y al mes siguiente hay que decirle que deje de reírse ligando a una lesbiana que no puede ni verle?
No ha sido terapia aunque pueda parecerlo. Es aprender a hacer el ridículo sin problemas. Todos, en mayor o menos medida, somos ridículos.
Y estudiar. Aprender los textos de memoria y escenificar sin haber subido al escenario nunca. Es duro y es mucho esfuerzo. Los aplausos fueron el premio. Y el mío, verles a ellos tan felices y sentirme muy bien.
Besos