sábado

Coti...





Siempre que habla de mí, pone una foto que no me corresponde.

                           Exijo mi imagen verdadera


Nací en La Alpujarra granadina. Cuando era pequeñita, me perdí.
 Salí de casa, a descubrir el mundo, y no supe encontrar el camino de vuelta. Con dos meses de vida, ya era muy curiosa. Curiosa, no cotilla, como me llama siempre. Por eso me perdí y andaba dando tumbos de un lado para otro.
Triste, sucia, hambrienta y desganada, la vida no tenía sentido para mí. La noche me asustaba.
Cuando les vi, me pregunté  ¿Querrán vivir conmigo?
Les miré, me miraron  y el amor surgió en muy pocos minutos. Me dieron un poquito de comer, no me cabía nada y vomité. Me acariciaron mucho y me quedé dormida entre sus brazos. Desde entonces soy ciudadana de  Madrid y no ensucio las calles.
 Aquí – mi compañera de piso - me da muchos disgustos. Rebelde y protestona.  A costa de ladridos, la estoy reeducando. Lograr algo de ella es muy dificil.
Durante muchos meses, la he mantenido a raya y la he cuidado mucho. Ahora que está bien, me siento muy feliz.
En junio cumpliré seis años

No pienso independizarme, estoy muy bien así.

                                                      Hemos ido a la nieve…
                                          
          

15 comentarios:

  1. Una historia encantadora con final feliz. Y anda que no has tardado ni nada en ponerte bien.

    ResponderEliminar
  2. Tienes toda la razón, Nán. Cuanto he tardado.
    Así y todo, el otro día, en una revisión, me dijo el médico ¿Cómo lo has conseguido? pensé que no era posible la recuperación total.
    Los accidentes son así.

    Besos

    ResponderEliminar
  3. Está bien que conozcamos a la pequeña cotilla en persona, chospando por la nieve.

    ResponderEliminar
  4. Cal, preciosa. Has usado para definir la alegría de la coti, una palabra fantástica.
    Chospar.

    Hacía años que no la oía.
    Por esa palabra, se sabe perfectamente de donde vienes.

    Le gusta la nieve un montón.

    Besos y buena semana

    ResponderEliminar
  5. Me alegra conocer a Coti por fin, es preciosa, se parece mucho a Lluna, una perra pastora que han adoptado mis padres y que también andaba perdida...a ella le gustan sobretodo las cortinas y los cojines...

    ResponderEliminar
  6. ¡Qué tierno!

    PORDIOS, TODAVÍA NIEVE POR AHÍ.

    ¿No tienes ganas de que llegue la primavera?

    Me alegro un montón bien grande de tus progresos.

    Abrazos.

    ResponderEliminar
  7. ¡Tienes una perra que habla!

    En piano no sé, pero en lo demás progresas adecuadamente.

    ResponderEliminar
  8. Rat, posiblemente sea igual si vives por la zona catalana.
    la única diferencia es la alzada. La coti es pequeña y pesa nueve kilos.Se utilizaba para llevar el ganado caprino hacia el puerto de Motril. De ahí su tamaño pequeño, para no herirse las patas andando por los riscos.
    Por aquí hay un pastor catalán igual que ella, parecen padre e hija. Cuando la trajimos y vi al otro ¡ menudo susto! debe pesar cuarenta kilos y es enorme.
    Voy a ver si has acabado la fiesta.

    Besos

    ResponderEliminar
  9. Sí, Isa.pensamos que se perdió, por lo bonita que es y lo pequeñita y listísima que era cuando la vimos..

    La sierra sigue llena de nieve y que dure mucho. Empapa la tierra suavemente y es buena, mejor que la lluvia.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  10. José Luis. Habla y sobre todo canta.
    Su músico preferido es Carlos Núñez y su gaita.
    Eso ha sido así, hasta que he empezado. Menudo acompañamiento tengo.

    Un día pondré un vídeo con ella cantando.

    un beso

    ResponderEliminar
  11. Aquí, guapa, dos días escurriéndome la mollera para más o menos llegar a una conclusión en nuestro juego. Te he dejado comentario en mi blog. A ver si he acertado. :-D

    Un besazo bien fuerte.

    PD. A mí me encanta chospar y si he acertado tu adivinanza, créeme que voy a chospar de alegría. Qué bonita palabra, ¿verdad?

    ResponderEliminar
  12. Pues sí, has acertado. Puedes empezar a chospar.
    Te has confundido en algo. No era Clara Campoamor, era Clara del Rey. Aunque más tarde se supo que no. No había ningún cuerpo femenino.

    Cal. De esa forma nos enseñaban en casa. Daban pistas y a investigar...

    Ya te ha costado, ya.

    Besos y felicidades.

    ResponderEliminar
  13. Hola, Aquí. ¿Recuperada ya del todo? ¿Dejo el mundo de dar vueltas? Espero que sí, al menos de esa clase. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  14. Los dados del azar me han traído hasta aquí, para alegrarme retroactivamente de tan grata circunstancia ¡Eres valiente y fuerte!
    PS: en mis blogs puedes comentar todo lo que te venga en gana. A tus "pieses", Luna clara

    ResponderEliminar
  15. Todo quedó atrás, afortunadamente. Muchas gracias, Manuel María.

    ResponderEliminar

Archivo del blog