miércoles

6 de Agosto, mi cumple.

 

En el silencio estrellado
la Luna daba a la rosa
y el aroma de la noche
le henchía —sedienta boca—
el paladar del espíritu,
que adurmiendo su congoja
se abría al cielo nocturno
de Dios y su Madre toda…
Toda cabellos tranquilos,
la Luna, tranquila y sola,
acariciaba a la Tierra
con sus cabellos de rosa
silvestre, blanca, escondida…
La Tierra, desde sus rocas,
exhalaba sus entrañas
fundidas de amor, su aroma…
Entre las zarzas, su nido,
era otra luna la rosa,
toda cabellos cuajados
en la cuna, su corola;
las cabelleras mejidas
de la Luna y de la rosa
y en el crisol de la noche
fundidas en una sola…
En el silencio estrellado
la Luna daba a la rosa
mientras la rosa se daba
a la Luna, quieta y sola.

jueves

Y nevó...




En la sierra madrileña. Saqué el coche del pajar y lo volví a guardar.
No me voy y me puse a mirar.
Las cuatro piedras que se ven, se llama potro y servían para herrar el ganado.
En el centro, vamos a plantar un tilo por su flor, por su olor y porque me gusta mucho


 

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