sábado
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¡Ay, qué bonitas esas calas blancas!
ResponderEliminarHoy discrepo contigo en la segunda frase, porque para mí no es meterse en el jardín, es salir al jardín y eso sí que es bueno.
Ya nos queda menos para la primavera :)
Besitos.
Para salir al jardín, Montse, tengo que salir de la cueva y rebozarme en las flores, sabiendo que están ahí. Esas calas tan bonitas, hicieron muchos kilómetros hasta llegar a mis manos.
ResponderEliminarMuchos besos.
Sí, preciosas esas calas!!!
EliminarQue bueno que llegaron y que sepas que están ahí..
Abrazo grande Luna
Bonita comparación literaria. Solo recordar que hay cuevas y cuevas (algunas necesarias) y hay jardines y jardines (algunos con flores de un día)
ResponderEliminarCoincido con Fackel. De todos modos como dice el refrán: "en la variación consiste el gusto"
ResponderEliminarSin embargo, a mí me cuesta en este tiempo salir de la mesa camilla, ni los aires acondicionados con bomba de calor me sacan.
Aunque adivino que tus propuestas son metáforas. Venga, ánimo y a por la vida o el teatro de la vida. Besos.
Un termino medio entre cuevas y jardines estaría bien...no? Un super abrazo solete
ResponderEliminarHola, hola.
ResponderEliminarMi tiempo es algo escaso aunque no hay abandono.
Un abrazo y muchas gracias.
¿Calas que han hecho muchos kilómetros para llegar a ti y tan frescas?... Un misterio, que no desvelarás :)
ResponderEliminarRisas
ResponderEliminarPues si, Ernesto. Cinco horas de vuelo para llegar a mi.
¿ Será posible a la pregunta que tengo que contestar?
Gracias y saludos