De aquellos azahares
desatados
por la luz de la luna,
de aquel
olor de amor
exasperado,
hundido en la fragancia,
salió
del limonero el amarillo,
desde su planetario
bajaron a la tierra los limones.
desatados
por la luz de la luna,
de aquel
olor de amor
exasperado,
hundido en la fragancia,
salió
del limonero el amarillo,
desde su planetario
bajaron a la tierra los limones.
Neruda
¡Aleluya! ¡Has vuelto a abrir los comentarios!
ResponderEliminarEs indiscutible Neruda y los limones madurando sobre un fondo blanco, encalado. El contraste es precioso y hace de la instántanea una obra de arte.
Un abrazo. Franziska