sábado

Mi querida cotiperra...

 
Me encantaba crear historias con ella.





- ¿Qué estás haciendo, Coti?

- ¡A ti que te importa!

- ¡Contesta bien!  No seas maleducada

- ¿Siempre tengo que hacer lo que  te dé la gana?

- ¡Por supuesto, aquí mando YO!

- ¡No grites, que me  asusto!
- Coti ¿Ya estás cotilleando por mi blog?

- No cotilleo, me informo.

- ¿De qué?

- ¡De todo!

- Cotiperra bonita, el blog es privado
- Lunita, tengo que vigilarte, que no estás muy centrada y estás volviendo loco al “africano”

Venga, perrita linda, te compro lo que quieras

- ¿Me estás chantajeando? Mira que te conozco

- ¿Chantaje yo? Qué mal piensas de mi

- ¡Malandrina! ¿Qué puedo yo aprender? ¿Has dicho que me compras lo que quiera?

- Lo que quieras. Palabrita de honor.

- Como no cumplas te enteras, Luna. Estoy acostumbrada a que no cumplas

- Glub, glub…
 
- ¿Qué quieres que te compre?


- Guau, (unas gafas)

- Ay, Coti, me vas a volver loca  
 
- Pues sí. Y tienen que ser rosa. O cumples o me chivo ¿Te acuerdas de  lo que sucedió con aquel larguilucho?

- Perri cotilla, lo pedía el personaje

- No me lo pareció ¿Se lo cuento al “africano”?

- Te las compro ahora mismo, no cuentes nada, por favor

- Guau, Guau (Pobre lunilla, cuanto me río de ella)

 


No hay comentarios:

Archivo del blog