sábado

Por si suena la flauta...

 Con unos y con otros eres un hombre amable entre semana. Incluso cuentas chistes que nos hace sonreír.
Los fines de semana la forma  de comportarte cambia. Cuando ves a tu hija (que viene desde un  pueblo abulense) te vuelves un grosero petulante.
El sábado la echaste de tu lado con cajas destempladas. Ella dejó la ropa y se marchó avergonzada.

Una termina por entenderlo todo o casi todo...

- ¿Te acerco a la parada?
- Si no te importa
- No hagas caso, no está bien. Es amable entre semana.
- Por eso vengo, es mayor y no está bien. No anda ni come solo. Duele .
Mi  hermana vive aquí y no quiere venir. Siempre fue un padre raro, muy poco cariñoso. Más que un padre era un jefe poco considerado.
 Mi hermana cree que  devuelve todo el daño que le hizo no viniendo a visitarle. Yo no puedo. Es mi padre, le quiero. Siempre espero un gran abrazo. Puede que algún día me llegue o puede que la flauta nunca suene.

Hasta el sábado que viene que volveré por aquí

Sube deprisa en el bus camino de la estación...

 

3 comentarios:

  1. En tan poco espacio has sabido introducir una problemática que daría para mucho. Y es que a veces la vida transcurre en el fondo de las palabras.
    Me alegra que vuelvas a escribir.
    Gran abrazo.

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  2. Las relaciones con la familia a veces son complicadas, pero si hay cariño, todo queda a un segundo plano.
    Un besito, guapa!

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  3. Isa, Montse; las relaciones entre padres e hijos me han interesado desde siempre.
    Mucho más cuando a esa relación se le añade la edad y no se han aclarado las cosas.

    Besos a las dos.

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