Amanecí en el desierto con la mirada límpia, clara y feliz.
Hemos desayunado en San Ginés, los de varios lugares diferentes. A las 12, con un sol estupendo, hemos tomado las uvas en la Puerta del Sol. Después de tantos años de no estar en Madrid, en estos días, me he sentido bien.
He brindado por cada uno de vosotros y he brindado por mí.
Me gustaría tener una varita mágica para quitar las penas y llenar de alegría la vida tan cortita que tenemos. Mañana amanecerá de nuevo. El Uno por el Dos, será la diferencia hasta febrero. Os deseo, con todo el afecto que he ido acumulando en este tiempo, un buen caminar en el año venidero.
Para mí ¿Qué pido para mí al nuevo Año?
Sí, lo tengo claro.
Sí, lo tengo claro.
Qué no me haga perder la confianza en las personas, que un grupo de malvados en poco días, han intentado destruir..
Espero no lo hayan conseguido.
Un abrazo
Un abrazo